«Ignoraban que fuesen inmortales las almas, y que hubiese pena y gloria, aunque afirmaban cierto haber Infierno, que llamaban ECHEYDE, y al demonio GUAYOTA; y por el alto monte TEIDA y por el Sol, a quien MAGEC llamaban, juraban con recato y con respeto…»
Antonio de Viana, poeta canario, siglo XVII
Echeyde, La morada de los muertos.
Echeyde; El Teide de los guanches ( los aborígenes de Tenerife, antepasados de la antigua población de la isla, según estudios genéticos ) El monte Teide; El coloso que corona la isla del Infierno ( como la llamaban los navegantes europeos de la alta edad media a Tenerife, Chinet para los guanches)
El Teide, el gigante, que atemorizaba a los extranjeros. Que lo divisaban desde sus barcos en la lejanía. Y que fue el causante de que Tenerife, fuese la última isla Canaria en ser conquistada por los castellanos.Para los aborígenes de Canarias y especialmente, para los de Tenerife. El Teide era la morada de los muertos, (Según cuenta el poeta, Antonio de Viana, entere otros. Y aunque a veces lo verídico o cierto se pierde en el tiempo. Puede serlo, porque la madre de Viana era guanche y hablaba la lengua guanche, de madre a hijo, transmisión directa) Donde habitaba el demonio o la representación del mal, al que llamaban Guayota. Que intentó repetidas veces capturar al Sol, Magec. Y que una casi lo consiguió, lo encerró en su morada, El Teide, sumiendo en la oscuridad el mundo de los vivos.
Los intentos repetidos de escaparse de Magec, provocaban lenguas de fuegos, y explosiones, lo que sería una poderosa erupción. Los guanches, sumidos en la oscuridad y sabiendo lo que ocurría, pidieron ayuda a los sacerdotes y chamanes, que habitaban las montañas cerca del Teide, una de ellas la poderosa; Samara. La fueron a buscar a la cueva donde habitaba en soledad alejada del resto de los mortales. Y con mucho respeto, jurando que no la volverían a molestarla durante mucho tiempo. Ella accedió a interceder ante Achamán, el dios supremo. La entidad divina, por encima del bien y del mal, el ente supremo de los guanches. Tras las plegarias durante interminables días y noches y el saber hacer de Samara. Que lideró las ofrendas y rezos al supremo. Achamán tuvo clemencia y lástima de los seres humanos, y con su infinita fuerza, liberó a Magec, y trajo de nuevo la luz, al mundo.
Y encerró a Guayota de nuevo en el Teide, y ahí en su interior, sigue encerrado a día de hoy. Así mas o menos cuentan algunos, yo he hecho algunos cambios, le he dado mi toque personal, y he puesto en la historia a Samara, la gran bruja de los guanches.
El teide, Totem de los canarios.
En la cosmogonía aborigen, el Teide es una especie totem o axis mundi. Quizás el lugar donde se encontraban los dos mundos, el de los vivos y los muertos, o el el camino por donde se accedía al otro mundo. El mundo de los inmortales. Los aborígenes, procedían del norte de Africa, eran amazig, conocidos por todos como bereberes. Los bereberes limitaban en el oasis de Siwa, con los egipcios. El hecho de que los pueblos intentaran conservar los cuerpos de sus difuntos, y protegerlos. Nos muestran lo cercanas que estaban. Creencia en el otro mundo, el viaje hacia ese otro mundo. Y el Teide, representado como un triángulo en las otras islas, y muchas veces con una espiral, que puede representar el camino hacia es otro mundo infinito, de los inmortales. También está el hecho de la cantidad de bailaderos, o lugares de ofrendas aborígenes que hay en todas las islas mirando hacia el Teide.
El Teide, Echeyde; Totem o símbolo de Canarias, de Las Islas Canarias. Desde tiempo de los aborígenes a la actualidad.